Casa de Yoniruke (II)

Llego a casa de la academia, dejo las llaves en la mesa y me hecho sobre el sofá a pensar cómo entrenar a 3 niños tan bien como nos entreno en su día Hokage-sama a mí, a Kenion, y...a él. Traidor...cuando termine mi venganza familiar estarás en mi lista. No me importa que seas el padre de....En esos momentos vuelvo en mí. Suanit esta en la puerta.

-Che man, toma, Hokage me dio esto para tí, dice que te dará ideas y te traerá a la mente más de un recuerdo. Y me entrega 3 canicas. una roja, otra azul, y otra verde.

-No me acordaba......valla con el viejo. Lo que nos hizo sudar con estas bolitas. Gracias Suanit, retírate

-Sayonara - y desaparece dejando una nube de humo blanco tras de sí.

Me echo sobre el sofá de nuevo y me quedo mirando el saquito con las 3 canicas y recordando tiempos felices.

Salgo de la academia sin despedirme de nadie y me dirijo a casa de Yoniruke.
Aún llevo mi bandana en la mano, no se dónde ponermela...
LLego a la puerta de su casa y me detengo un segundo a pensar..
- ¿Está bien que haya venido aquí? No conozco tanto a Yoniruke, pero es mi sensei, es con él con quien tengo que hablar.
Callo a mi conciencia un segundo y toco al timbre.

- Está abierto adelante! Digo y continúo mirando el saquito

- ¡Con permiso! - digo dejando las zapatillas en la entrada.
Entro y me encuentro a Yoniruke con una especie de saquito.. ¿Qué estará haciendo? No, no he venido a eso.
- Disculpe, sensei, tengo un asunto que tratar con usted. Cuando llegué a la villa encontré unos árboles en la entrada que me sirvieron de campamento estos dias pero.. necesito una casa y querria saber si la academia da algún tipo de servicio a los estudiantes de otras villas o algo así.
Paro un momento para tomar aire y miro a los ojos a Yoniruke.. otra vez esa mirada fija en mi..
- Se que ya soy mayorcita para buscarme la vida, pero si existiera algo así me ahorraría mucho trabajo...

- Pues tenemos casas de alquiler. Pero normalmente la gente que llega son de un rango avanzado y vienen con dinero. Tú supongo no poseerás aún para pagar, pero irás sacando dinero con las misiones de rango D y C. Mientras tanto puedes quedarte aquí en mi casa, tengo varias habitaciones para invitados. No paso casi nada de tiempo en casa, asi que como si fuera tuya. Hay comida en la nevera. Puedes cojer las llaves de la mesa que tienes a tu derecha, no las necesito para entrar, jeje.

OFF: Askep, tu donde vas? si kenion no te admite en su maravillosa casa de hyuuga rico puedes venirte aqui tambien, monto un alberge xD

Me paro delante de la puerta, preguntándome porque acudo a él. En serio, debe odiarme. Suspiro y me recuerdo que Yoni es mi sensei, debe hacerse cargo de mí. Un poco más segura, entro en la casa, cuya puerta estaba entornada.
-¿Yoni-sensei? -le llamo adentrándome en la casa. -¡Permiso! -me quito las sandalias y camino hasta el salón dónde he oído voces.

Les miro a él y a Riku, abriendo la boca para hablar, pero sin llegar a decir nada. Al recordar y comprender lo que ha ocurrido hace unos instantes con mi madre, las lágrimas que llevaba aguantando se deslizan por mi cara, agobiada, intento secármelas con las mangas de mi sudadera, pero caen más y más. El llanto silencioso cobra sonido, y, avergonzada, me giro, dandoles la espalda.
-N-no me mireis. -sollozo.

-M-mi madre... -trato de controlar los sollozos que salen de mi garganta y no me dejan hablar. -Me ha echado. Me ha echado de mi casa. -logro balbucear, aún tapándome la cara con las manos, muerta de vergüenza. -No sabía dónde ir... Y... me ha roto la bandana. -emito un nuevo sollozo.

- Hey Hey...tranquila Hane...ven aquí. Le pongo las manos sobre los hombros. Relájate, vamos a ir a hablar con tu madre ahora, de acuerdo? Y no llores, que estás más mona cuando sonríes ^^

Intento secarme las mejillas con los puños.
-N-no. -gimo. -Me odia, no quiere vivir con una asesina. Es o ser Ninja o vivir allí. -levanto la vista para mirarle a los ojos.-¿Tú que harías?

Me quedo en silencio, meditando. Hace un momento lo tenía todo tan claro...
-Y-yoniruke... ¿me puedes dar un vaso de agua? -suspiro hondamente.

Me bebo el vaso de agua de un trago.
-Quiero ser Ninja. Llevo queriendo serlo desde los seis años. -bajo la mirada. -Aunque tenga que vivir en la calle. -murmuro.

-Arigato, sensei. -me siento en el sofá, derrotada, cuando me acuerdo de algo. -¡Yoniruke! Yo... bueno, mi bandana... -me muerdo el labio. -Mi madre la partió en dos. -me sorprendo a mí misma haciendo un puchero al recordarlo. ¿Cómo puede dolerme tanto esa tontería? Supongo que la bandana era el simbolo de que por fin me había convertido en algo... Bajo la cabeza.

-No hay problema con eso. Ven.
Nos sentamos en el suelo enfrente de un cajón. Lo abro y de el saco una bandana con algunos rasguños y señales de uso y de que es bastante vieja.
-Mi bandana. Como sabrás los Sennins ya no las llevamos. No te preocupes, es un regalo que te hago yo. Adelante, póntela.
Miro a Riku y despues a Hane de nuevo.
- Este es tu regalo por tu ascensión. - Vuelvo a Riku. - Tú y Sora tendréis que esperar un poquito.

La sostengo con cuidado, como el gran tesoro que es. Levanto la vista para mirar a mi sensei con los ojitos brillantes.
-¿E-en serio? ¡¿En serio me la das?! -empeizo a sentirme mal. -¡Pero si...! ¡Pero si soy un desastre! Lo único que he hecho hasta ahora es dar el follón y... -la dejo en la mesa con delicadeza y me lanzo para abarzar a Yoniruke. -¡No me lo merezco! ¡GRACIAS! -le aprieto tanto que creo que lo voy a ahogar.

Sonrío porque Hane se siente algo mejor, pero siento amargura por lo que le ha pasado. Yo también tuve que discutir con mis padres para poder llegar aquí...
- Yoniruke, no aceptaré ningún regalo hasta que sea Sennin por lo menos.. Hablaremos de eso de quedarme aquí más tarde por favor, creo que a Hane le apetecerá descansar un poco. - Miro a Hane - Si me necesitas para algo estoy aquí para lo que quieras - le sonrío.

Me separo de Yoniruke al escuchar a Riku, dejándo a mi pobre sensei respirar.
-¡Arigato, Riku-chan! -le devuelvo la sonrisa. Luego pienso en lo que le ha dicho a Yoni-¿Tú tampoco tienes donde vivir?

- Tengo todas mis cosas en unos árboles muy acogedores en la entrada de la ciudad, Yoniruke me ha propuesto quedarme aquí pero...
Hago una mueca de preocupación con la boca, no quiero molestar a mi sensei.
- Pero no te preocupes por mi Hane, se cuidar de mi misma - digo sonrieno para no preocuparla con detalles sin importancia.

Olvido por un momento el asunto de la casa.
- ¿Con el maestro Hokague? Sensei, por favor, ¿podemos ir contigo?
Saber cómo es un maestro Hokague ha sido uno de mis sueños desde siempre.