Visita equipo de Kenion a Kenneth

Entro al hospital y me adelanto caminando alegremente hasta la recepción con una bolsa de los caramelos favoritos de mi primo en la mano. Saludo a la enfermera que me pregunta qué necesito. Le pregunto por Kenne-chan mientras lo busco con la mirada en la lista de las habitaciones, lo encuentro y veo que se encuentra en la habitación 213 pero... una rayita roja tacha su nombre. La enfermera aparta la lista de mi vista y me mira muy seria, la miro fijamente y le pregunto que pasa. Un brillo de tristeza recorre sus ojos, llama a un médico que a su vez le dice algo a otra enfermera. El médico me coge de la mano amablemente y me pide que le acompañe, me lleva a una sala apartada donde no hay nadie y pide a Kenion y a Askep que esperen en la puerta. El médico me sugiere que me siente pero yo me niego, tengo muchas ganas de ver a mi primo y todo esto no me huele nada bien. El doctor empieza a hablar, se para continuamente y parece que no encuentra la manera de decirme algo, de repente suelta:

-Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos... su primo a luchado mucho pero... ya no está entre nosotros, lo siento mucho.

Me quedo petrificada, noto que las lágrimas empiezan a caerme por la cara, me tiemblan las piernas- ¿mi primo, m..mu..muerto? Eso es imposible... pero, de qué habla? qué esta pasando aquí? cómo? cuándo?- Las piernas amenazan con dejarme caer pero consigo sostenerme... tengo la sensación de que pasa algo raro así que no me lo pienso; salgo corriendo de la habitación sin escuchar al médico que me grita que vuelva e intenta detenerme. Al salir por la puerta tiro a la enfermera que venía a traerme un zumo y veo a mi sensei y mi compañero, pero no me detengo, sigo corriendo... subo las escaleras hasta la segunda planta y busco la habitación.

209...210...211...212 y... abro la puerta y entro en la habitación pero... esta vacía y la cama perfectamente hecha con sus sábanas blancas sin una arruga.-Por qué no está? qué han hecho con él? donde está mi primo!!?- Una enfermera viene corriendo y chillando:

-Señorita, señorita usted no puede estar aquí !!- dice mientras me arrastra al pasillo.

No aguanto más, el cansancio y el dolor recorren mi cuerpo, mis piernas me dejan caer hasta el suelo, abrazo mis piernas con los brazos, meto la cabeza entre ellos y lloro.

Despuer de ver atónitos salir a Umiko corriendo hacia las escaleras la seguimos por ellas, al llegar a la segunda planta despues de salir por las escaleras, Kenion me hace un gesto con el brazo deteniendome. Al poco tiempo, oimos llantos que provenian de la habitación, ... parecia Umiko. ¿Kenion-sama que hacemos ahora? Con un gesto indica que esperemos de nuevo...

- Parece que ha sucedido lo peor. No sabía como decirle esto a Askep, pero tenía que hacerlo. - Askep, no se si ya te has dado cuenta, pero...Kenneth...Kenneth...a muerto. - Askep me mira. Su cara estaba muy pálida. - Lo siento, cuando lo encontré en casa ya se encontraba en muy mal estado. - Askep se arrodilla y golpea el suelo indignado.

Al rato recupero la compostura, aun con los puños calientes de golpear el suelo, me levanto mirando a la habitacion en la que está Umiko, e intento lanzar un grito con toda mi rabia, en el mismo momento en que empiezo a perder las fuerzas y mi presencia de espíritu , en pocos segundos empiezo a encontrarme rodeado de la más absoluta oscuridad, una abrumadora oscuridad.

-¡Umiko!, ¡Sensei! Nadie responde.

De pronto una voz profunda y casi de caverna, como en un susurro me llama.
-¿¡Quién eres?!?... Muestrate!!
La voz sigue llamandome en la oscuridad, hasta que aterrado me encojo como un obillo y me tapo las orejas. La voz continua, cada vez más cercana, como dentro de mi cabeza. Esta vez habla con voz prominente:

-¿Quieres poseer un poder inimaginable, un poder sobrehumano?

-¿Quién eres, por que haces esto?
-digamos que un viejo conocido...
-y ese poder... ¿por qué yo, porque a mi?
No hay respuesta
-¿por qué, que consigues con esto?
-Pagar un favor, a tu padre...
-Entonces acepto, por el honor de padre esté donde esté.
-Sentirás un dolor intenso cuando despiertes, pero a cambio el poder que se te entregará no tendrá parangón. Recuerda que esto, solo es el principio... despierta.

Al despertar, un dolor hiriente recorre mi hombro, el hombro en el que está esta extraña marca... , el hombro me arde con una intensidad infernal, mi cuerpo convulsiona y una fuerza me sujeta, al abrir los ojos, Kenion me está sujetando para mi alivio, y en mi cabeza resuena una frase: la marca está activada...

- Sostenía fuertemente a Askep. Estaba como poseido, no sé que le pasaba pero parecía que procedía de su hombro, el hombro en el que tenía una marca extraña. - ¿Te encuentras bien?...¿Que te ha pasado? - No decía nada, estaba agotado. Lo apoyo sobre la pared del hospital. - Aguanta ahí, tengo que hablar con Umiko. - Que extraño, seguramente tiene algo que ver con su aldea. ¿Será este el poder del que he oido hablar? - Me pregunto. - Me acerco a Umiko, y pongo mi mano sobre su cabeza. - Lo siento Umiko. - No se me daba muy bien consolar a la gente. - Todos nos hemos quedado asombrados con la noticia, pero no sirve de nada llorar, seguro que él no quiere verte así. No pude hacer nada por su vida, pero os prometo que no dejaré que os pase nada, confía en mi. - Agito mi mano sobre su cabeza y me siento a su lado.

Las palabras de Kenion me recuendan a otras que había oido unos años atras pero que recordaba como si las escuchara en ese mismo instante.

Flashback
- No llores más Umiko-chan, no lo hagas por mí [...] Esto ya no tiene solución [...] La vida es así unas veces te regala las cosas sin que las merezcas [...] y otras... te las quita sin preguntar [...]
-Otra cosa... no quiero volver a verte triste, prometeme también que no volverás a llorar, que nunca te rendirás- dijo mirandome fijamente
- L..lo prometo -dije en un susuro [...]
- Recuerda, si los problemas tienen solución, solucionalos; por muy difícil que te parezca se que tú puedes conseguirlo, y ... si no tienen, sigue adelante. [...]
Abracé a mi amigo todo lo fuerte que pude [...] cumpliría mis promesas y... volvería.

No puedo llorar, lo prometí. Kenne-chan no estaría contento de verme así. Me seco las lágrimas con la mano y miro a mi maestro eternamente agradecida. Kenion es el mejor sensei del mundo, tengo mucha suerte de que me haya tocado en su grupo y con un compañero tan bueno como Askep. Le sonrio lo mejor que puedo y, aunque toda mi gratitud no se puede expresar con palabras, intento condensarla en un - arigato, sensei (^^)

- Sonrío de nuevo y me pongo en pie. - Venga vamos, tenemos que seguir entrenando. - Askep continuaba apoyado en la pared, pero ya tenía mejor aspecto. - Me acerco a él y me pongo en cuclillas. - Umiko ha venido a ver como estás, ¿no querras que te vea así verdad? - Le susurro.

Le hago un gesto a Kenion y sonrio, puesto que estoy exahusto. Pero que ha sido eso, ¿fué un sueño?, ¿una ilusión?.... el dolor era real, el cansancio aun es real.... eso, eso no ha sido un sueño. Puede ser que tenga que ver con mi aldea .... pero no puede ser, aunque eh huido de ello, ¿acaso acepté, lo que siempre negué?

Caminamos hasta la salida del hospital, yo, aun torpe voi caminando cerca de las paredes o cerca de Kenion... aun no me encuentro bien.

- Al fin salimos del hospital, que poco me gustan. Nos ponemos de camino al lago para continuar con el entrenamiento. No quiero interrumpirlo otra vez, Yoniruke debe de estar avanzando muy rápido con sus alumnos.

Lago

OFF: tenlo por seguro

OFF: Shuriken ¬¬